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Nuevamente, traigo el comentario de una película del notable Lars von Trier. Esta vez, se trata de Breaking the Waves, un conmovedor film enmarcado dentro de su trilogía de los corazones dorados, junto con Bailarina en la Oscuridad y Los Idiotas.
Lo que nos presenta von Trier en esta oportunidad es una descarnada historia de amor, un llanto amargo de dolor, dicha, erotismo, y por sobre todo, locura. Desde un primer momento se puede apreciar la influencia de Dreyer en esta obra, sobre todo de Ordet, además de pincelazos del Marqués de Sade. La historia transcurre en la Escocia de los años 70, en un pueblo pequeño que se basa en las creencias religiosas. Allí conoceremos a la protagonista del film, Bless, una mujer inocente, y sencilla, que está presta a casarse con un joven extranjero, Jan, por lo que pide permiso en su comunidad religiosa para así poder desposarse (no son vistos con buenos ojos los extranjeros en su localidad) . El permiso es concedido, por lo que se casan. Allí inician una travesía llena de erotismo y pasión entre ambos. Bless es virgen, por lo que todo lo que sucede en este período es nuevo para ella. Pero luego de un tiempo, Jan debe partir a trabajar en medio del océano, donde extrae petróleo en una fábrica. En ese tiempo de soledad, Bless muestra su personalidad inestable, y su estado de ánimo tambaleante. Pide a Dios (con quien tiene una relación bastante cercana, pues éste le habla directamente a través de ella, por lo que puede entablecer diálogo con la deidad) que Jan vuelva pronto, ya que no puede esperar ningún momento más. Es así como su esposo llega al día siguiente, pero parapléjico, debido a un accidente en el trabajo. Y es en este punto donde se desarrolla lo tórrido de la historia, pues Jan, al verse inmóvil, pid
e a Bless que lo mantenga vivo por medio del sexo con otros hombres, pues al no poder realizarlo, si se le llegase a olvidar lo que es el acto amatorio morirá, pues sus deseos de vivir se desvanecerán. Es así como Bless se entrega en brazos de hombres extraños para así poder mantener vivo a Jan el mayor tiempo posible, pues ella vive por y para él. Toda esta conducta trae revuelo en la conservadora localidad escocesa, por lo que Bless se tiene que ir en contra de su iglesia, de su madre, y de sí misma, para salvar la vida de su amado, llegando a un final mágico, desesperado, y angustiante.
Breaking the Waves es uno de los puntos cumbres de la filmografía de este genio del cine como es Lars von Trier. A un año de haber dado a conocer el manifiesto del Dogma 95, von Trier realiza esta obra donde ya se vislumbran ciertos aspectos de los votos de castidad. La película está rodada en 35 mm. y con cámara en mano. Esta forma de tratar el film le da un dinamismo increíble a la pieza, como así también mayor carga dramática. Los planos secuencia hechos por medio de este recurso son muy bien logrados, además del aspecto barroco que le da en la fotografía, resultado gracias al trabajo de Robby Müller, quien dentro de su currículum cuenta trabajos con Jim Jarmusch y Wim Wenders. En este aspecto, las imágenes granuladas también dan cierta sensación de estar viendo una pintura puntillistas de finales del s. XIX, lo que también ayuda con el aire sombrío y melodramático del guión. La película en sí podría tener dos sentidos respecto a la forma de presentar el relato. En un primer punto, el hecho de estar filmando con una 35 mm. y con cámara en mano y con continuo movimiento, da la sensación de que la historia es real, acercándose al formato documental, con una ausencia casi total de música ambiente. Pero en un segundo sentido, como es habitual en von Trier, el film se realza como una ficción novelesca melodramática, que se manifiesta primeramente en la división de la historia en siete capítulos y un epílogo, cada uno con un nombre que describe linealmente los sucesos que van acaeciendo en el filme. Como si fuera poco esto, en la presentación de cada capítulo se expone un cuadro de una localidad de Escocia, junto con alguna canción de los 70's, apareciendo las voces de David Bowie y Deep Purple, entre otros. Esta dualidad extraña, hace que el filme alcance ribetes aún más dramáticos, pues si bien nos parece una historia real, corresponde a una ficción desgarradora, sobre la locura del amor, que puede (o no puede) existir en la realidad. Todo esto coronado con un final que alcanza lo onírico y lo fantástico.
En cuanto a la trama, como ya he dicho en el curso de estas líneas, es una apuesta visceral, angustiante, que involucra niveles exquisitos de desazón, deseo, esperanza y por sobre todo, fé. Von Trier nos muestra a una mujer compleja. A simple vista parece una mujer con cierto retraso y con brotes psicóticos, debido a una dura infancia. Su madre y la Iglesia le han impuesto un calvinismo del cual le es imposible escapar: debe ser buena, pues de lo contrario su destino será el infierno. Ante esa rígida enseñanza, Bless conforma una personalidad bastante ingenua de la vida, con síntomas esquizoides, en cuanto puede dialogar con Dios directamente, guiándole éste su camino. Además, tiene episodios de histeria, que comenzaron
con la muerte de su hermano, y que se desatan nuevamente con el ir y venir de Jan. Su debilidad mental la hace creer que sus actos promiscuos alimentan el bienestar de Jan, debido a que lo hace vivir por medio del deseo carnal y el amor físico que hace conectar sus espíritus. A simple vista, Bless es una loca rematada, con retardo intelectual y con síntomas psicóticos, con una personalidad límite que pasa del éxtasis al llanto en un par de segundos. Pero, sin embargo, por muy bien que sabía esto el doctor que la atendía, él dice ya cerca del final del film que su enfermedad era la "bondad". Entregar su propia vida en virtud del amor que sentía por Jan, pues ella no disfrutaba sus perversiones sexuales con los extraños, sólo la satisfacía el hecho de conectarse de forma mística con su esposo. Muchos críticos opinan que Bless en verdad es una mártir de una sociedad rígida y demandante, que se abandona hasta a sí misma para hacer el bien por el otro, por el amor hacia el prójimo, otorgándole la vida, pese a perderla ella misma. Esta visión en von Trier se repetiría en Dogville, con la Grace de la primera parte del film. Sin embargo, yo no me inclino por esta visión. ¿Es realmente Bless tan despojada y buena? ¿Es ella un mártir del amor? Según mi visión, esto no es así. Sé que muchos no estarán de acuerdo conmigo, pero Bless es el ícono cierto de cómo la religión y el amor que ella enseña, ese amor egoísta y celoso, es un calvario para cualquier sociedad. Bless no es un alma bondadosa en sí misma, ni tampoco es una enamorada perdida y que todo lo hace por el amor. Sigo creyendo que es el personaje más idiota del film, y en parte el más posesivo. Ella no peca de bondad, peca de egoísmo, ese egoísmo que entrega el amor concebido desde la perspectiva romántica. Ella, quien tiene una relación especial con Dios, intuye que al pedirle que vuelva pronto Jan él se la enviará de una forma no del todo sana. Pero no le importa, ella quiere de vuelta a su esposo como sea. Primera evidencia de su egoísmo. Luego, cuando Jan parapléjico le pide que tenga un amante, al principio lo hace de buena fé, para que ella reconstruya su vida. Pero ella, obsesiva como es, lo toma a mal, y se enoja con él por ese pensamiento. Se siente ofendida con Jan pese a su estado. El marido tiene que encontrar en esa forma perversa el hecho de que ella pueda volver a hacer su vida. Claro que después todo se escapa de sus manos y termina pervirtiéndose su espíritu también, probablmente por su problema encefálico. De todas formas, Bless se entrega totalmente a ese patrón, despojándose precisamente de su voz y de sus ideas, para así ayudar a su amado. ¿No es eso un acto de lo que las feministas se espantarían un poco? Se sacrifica a tal punto en que ella deja de existir como Bless, y ya es parte del imaginario perverso de Jan. Eso es negar la vida. Niega su propia vida para así hacer vivir a su esposo, pese a que éste desea morir. Incluso, su deseo de hacer vivir a Jan va más allá de lo que éste pueda decidir. El amor que ella tiene de su esposo es totalmente cosificante, egoísta, y privado. Es ella, finalmente, y su alter ego, que es el mismísimo Dios, quienes deciden lo que es mejor para ambos, aunque tenga que entregar su propia vida en ello. El amor así entendido, es un sentimiento bastante menos bello del que me gustaría participar. El cosificar al otro para el bienestar propio me parece de lo más poco sensato y agradable. Y es lo mismo que hace la Iglesia. Haz todo por el prójimo, porque esto será recompensado en el reino de los cielos. Es llevar el amor a
un absurdo de locura y pasión absoluta, sin ningún tipo de respeto por el pensamiento ajeno. Dodo, la cuñada de Bless, es el personaje más sensato en el film. Protege a esta mujer de sí misma, y trata de conectarla con un mundo más real y menos basado en las creencias ciegas. Pero de todas formas la ama, la respeta, y le da valor a sus decisiones. Aun cuando en algún momento le enrostra que es una estúpida, Dodo lo hace con sinceridad, respecto a lo que piensa en ese momento de Bless (algo que en realidad no es así). La fé mueve montañas, dicen, pero también devasta vidas. Y eso es lo que ha hecho con Bless, que siendo en su corazón buena e ingenua, su fé le juega en contra, cometiendo errores tras errores. Finalmente, podríamos decir que el amor de Bless es la viva imagen del despojo propio en virtud del ser amado, que trae consigo cierta locura necesaria para hacer tales conductas irracionales. Termina siendo muda, sorda y ciega dentro de su propio mundo de fantasía, que es el querer al otro de una forma más allá de lo comprensible ¿No es lo mismo que hace la oveja en el rebaño del Señor?.
Desgarradora película es ésta. Si quieren ver un cine romántico distinto y algo torcido, esta es su película. Si quiere ver un melodrama de hasta donde puede llegar el amor, también lo es. Por último, si tan sólo quiere ver buen cine, es obligación ver este film. No se arrepentirá.
Ficha Técnica
Año: 1996
País: Dinamarca
Director: Lars Von Trier
Guión: Lars Von Trier
Fotografía: Robby Müller
Reparto: Emily Watson, Stellan Skarsgard, Katrin Cartlidge, Jean-Marc Barr, Udo Kier, Adrian Rawlins, Mikkel Gaup, Jonathan Hackett, Sandra Voe, Roef Ragas, Phil McCall, Robert Robertson, Desmond Reilly, Sarah Gudgeon, Finlay Welsh, David Gallagher
Género: Drama
Lo que nos presenta von Trier en esta oportunidad es una descarnada historia de amor, un llanto amargo de dolor, dicha, erotismo, y por sobre todo, locura. Desde un primer momento se puede apreciar la influencia de Dreyer en esta obra, sobre todo de Ordet, además de pincelazos del Marqués de Sade. La historia transcurre en la Escocia de los años 70, en un pueblo pequeño que se basa en las creencias religiosas. Allí conoceremos a la protagonista del film, Bless, una mujer inocente, y sencilla, que está presta a casarse con un joven extranjero, Jan, por lo que pide permiso en su comunidad religiosa para así poder desposarse (no son vistos con buenos ojos los extranjeros en su localidad) . El permiso es concedido, por lo que se casan. Allí inician una travesía llena de erotismo y pasión entre ambos. Bless es virgen, por lo que todo lo que sucede en este período es nuevo para ella. Pero luego de un tiempo, Jan debe partir a trabajar en medio del océano, donde extrae petróleo en una fábrica. En ese tiempo de soledad, Bless muestra su personalidad inestable, y su estado de ánimo tambaleante. Pide a Dios (con quien tiene una relación bastante cercana, pues éste le habla directamente a través de ella, por lo que puede entablecer diálogo con la deidad) que Jan vuelva pronto, ya que no puede esperar ningún momento más. Es así como su esposo llega al día siguiente, pero parapléjico, debido a un accidente en el trabajo. Y es en este punto donde se desarrolla lo tórrido de la historia, pues Jan, al verse inmóvil, pid
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCIQX_02DGqm3898pNRa1KlXNwuvxtas-kh-O4SUjg5WQHj7XdjqBP0huHatTXa5rwcDxvHDfNzxd7uaryXaCrRwiUjxV89NvWYoTlDHmb_k1-tLw_9eMtinxA-dfdTImoo2xozez0C6mr/s200/breaking2.jpg)
Breaking the Waves es uno de los puntos cumbres de la filmografía de este genio del cine como es Lars von Trier. A un año de haber dado a conocer el manifiesto del Dogma 95, von Trier realiza esta obra donde ya se vislumbran ciertos aspectos de los votos de castidad. La película está rodada en 35 mm. y con cámara en mano. Esta forma de tratar el film le da un dinamismo increíble a la pieza, como así también mayor carga dramática. Los planos secuencia hechos por medio de este recurso son muy bien logrados, además del aspecto barroco que le da en la fotografía, resultado gracias al trabajo de Robby Müller, quien dentro de su currículum cuenta trabajos con Jim Jarmusch y Wim Wenders. En este aspecto, las imágenes granuladas también dan cierta sensación de estar viendo una pintura puntillistas de finales del s. XIX, lo que también ayuda con el aire sombrío y melodramático del guión. La película en sí podría tener dos sentidos respecto a la forma de presentar el relato. En un primer punto, el hecho de estar filmando con una 35 mm. y con cámara en mano y con continuo movimiento, da la sensación de que la historia es real, acercándose al formato documental, con una ausencia casi total de música ambiente. Pero en un segundo sentido, como es habitual en von Trier, el film se realza como una ficción novelesca melodramática, que se manifiesta primeramente en la división de la historia en siete capítulos y un epílogo, cada uno con un nombre que describe linealmente los sucesos que van acaeciendo en el filme. Como si fuera poco esto, en la presentación de cada capítulo se expone un cuadro de una localidad de Escocia, junto con alguna canción de los 70's, apareciendo las voces de David Bowie y Deep Purple, entre otros. Esta dualidad extraña, hace que el filme alcance ribetes aún más dramáticos, pues si bien nos parece una historia real, corresponde a una ficción desgarradora, sobre la locura del amor, que puede (o no puede) existir en la realidad. Todo esto coronado con un final que alcanza lo onírico y lo fantástico.
En cuanto a la trama, como ya he dicho en el curso de estas líneas, es una apuesta visceral, angustiante, que involucra niveles exquisitos de desazón, deseo, esperanza y por sobre todo, fé. Von Trier nos muestra a una mujer compleja. A simple vista parece una mujer con cierto retraso y con brotes psicóticos, debido a una dura infancia. Su madre y la Iglesia le han impuesto un calvinismo del cual le es imposible escapar: debe ser buena, pues de lo contrario su destino será el infierno. Ante esa rígida enseñanza, Bless conforma una personalidad bastante ingenua de la vida, con síntomas esquizoides, en cuanto puede dialogar con Dios directamente, guiándole éste su camino. Además, tiene episodios de histeria, que comenzaron
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Desgarradora película es ésta. Si quieren ver un cine romántico distinto y algo torcido, esta es su película. Si quiere ver un melodrama de hasta donde puede llegar el amor, también lo es. Por último, si tan sólo quiere ver buen cine, es obligación ver este film. No se arrepentirá.
Ficha Técnica
Año: 1996
País: Dinamarca
Director: Lars Von Trier
Guión: Lars Von Trier
Fotografía: Robby Müller
Reparto: Emily Watson, Stellan Skarsgard, Katrin Cartlidge, Jean-Marc Barr, Udo Kier, Adrian Rawlins, Mikkel Gaup, Jonathan Hackett, Sandra Voe, Roef Ragas, Phil McCall, Robert Robertson, Desmond Reilly, Sarah Gudgeon, Finlay Welsh, David Gallagher
Género: Drama
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