domingo, 24 de mayo de 2009

Pulp Fiction


Qué clase! Luego de ver un par de minutos de cualquier película de Tarantino, uno puede comprender hasta dónde puede llegar su genialidad. Esos diálogos hilarantes de filosofía pop neocontemporánea, llevando al absurdo una serie de situaciones, ideas y un gran etcétera, es marca registrada de este gran autor. Comenzando por su "Reservoir Dogs", una pieza exquisita del cine, Tarantino ha sabido conjugar de buena manera ideas arriesgadas, autoría, ritmo, giros temporales, y la hilaridad que lo caracteriza.

Pulp Fiction es una historia que comienza con una especie de prólogo (donde Tarantino desplega toda su capacidad de filosofar de cualquier tema absurdo), en donde se nos presenta a Vincent Vega (John Travolta) y su colega-amigo Jules (Samuel L Jackson), que van a saldar cuentas con unos mocosos que han tenido la genial idea de querer verle la cara a un jefe mafioso, el respetado Marcellus Wallace. Desde este comienzo se vislumbra lo que nos depara la película: una serie de situaciones absurdas llenas de humor negro y una muy buena carga de "ultraviolencia", como diría Alex di Large. La película se divide, aparte de este prólogo, en 3 historias que no siguen un tiempo cronológico, y que cuentan con distintos protagonistas por cada una de ellas, pero con el mismo universo de personajes. Así, vemos que la primera ("Vincent Vega y la esposa de Marcellus Wallace") cuenta las situaciones que pasan Vincent y la esposa de Marcellus (interpretada por una lindísima Uma Thurman) cuando el primero debe entretenerla mientras el jefe no está. La segunda ("El reloj de oro"), es sobre los acontecimientos que le suceden a Butch (Bruce Willis), un boxeador de mala muerte, cuando engaña a Marcellus ganando una pelea cuando debía perderla. Y finalmente, la última historia ("La situación con Bonnie") nos remonta nuevamente al prólogo, y nos cuenta qué sucede luego de ese momento, hasta cuando llegan a la cafetería Vincent y Jules en donde se encuentran los primeros personajes que vemos en la película, Pumpkin y Honey Bunny.

Lo interesante de Pulp Fiction es por sobre todo el ritmo (mezclado con la música), los tiempos narrativos, y los guiños al cine clásico y a otros que no los son tanto (el famoso pastishe en el cine). En cuanto al ritmo, cabe decir que Tarantino es uno de los autores que mejor los maneja, utilizándolo para que sus filmes tengan una velocidad al parecer abismante, pero que, si nos detenemos un momento, no lo son tanto. Hay momentos largos de diálogo sin sentido, sobre todo aquellos donde se encuentra Vincent y Jules (cómo olvidar a Vincent con sus "pequeñas grandes diferencias" o su teoría respecto a los masajes de pies), en donde no ocurre nada importante en la historia. Gran parte de Pulp Fiction está en torno al absurdo de estos diálogos, al igual del absurdo de las situaciones que se cuentan. Pero entonces ¿por qué el ritmo en las películas de Tarantino parecen ser tan vertiginosos? Es aquí donde entra el factor música y el uso de la cámara. La cámara en Pulp Fiction está en un continuo movimiento, y cuando está quieta, tiene ángulos muy al estilo del pop-art, sumando también ángulos poco habituales para el espectador. A esto se le suma el buen uso del aspecto musical, acompañando gran parte de la película a llevar el ritmo lúdico que le quiere dar el director (logrado a cabalidad). A lo dicho anteriormente, hay que agregarle nuestro segundo punto: los tiempos narrativos. Con Tarantino nunca sabemos cuándo es presente, futuro o pasado: su película es todo eso al mismo tiempo. Los acontecimientos se van sucediendo dependiendo hacia donde nos dirigen los momentos narrativos y ritmos para lograr una obra global. Eso lo vemos no sólo en Pulp Fiction, sino que también en Reservoir Dog y Kill Bill. Los tiempos van y vienen, en un momento estamos en lo que pasó, luego en lo que pasará, pero realmente siempre es lo que pasa. La obra de Tarantino siempre está en presente, pues sus historias son simples, y lo que la hacen geniales es la forma de tratarlas, con saltos narrativos, con ritmos vertiginosos, con situaciones absurdas, con buena compañía musical, con violencia grosera, en fin, con genialidad. Y también, por su cinefilia obesesiva. Toda situación en sus películas se refieren a algún clásico o alguna pieza más moderna. Toda escena de Tarantino, podríamos decir, es un pequeño homenaje al cine negro, al cine oriental, al spaguetti western, etc. Es impresionante todos los guiños que se hacen en sus películas. De hecho, Ezequiel 25:17, que pronuncia Jules antes de ejecutar a uno de los traficantes al principio de la película, no es un pasaje de la biblia, sino que es una frase sacada de dos películas de artes marciales de Sonny Chiba. Y si aún no creen, den un vistazo nuevamente a la película aquí comentada anteriormente, Mean Streets, y descubran los guiños que hace Tarantino con su Pulp Fiction.

Pulp Fiction, finalmente, es una alegoría y una oda al posmodernismo y al nihilismo americano. Absurda, violenta, inmoral, muestra una sociedad sin aspiraciones ni creencias fuera de lo mundano (a excepción de Jules, pero eso es materia de largo análisis). Nos gusta incluso el desprecio por la vida que se muestra en el film. La sangre brota escandalosamente y nos parece gracioso, y es porque efectivamente es gracioso. La pérdida de una vida humana, desde la abstracción que nos da el estar frente a una pantalla, presentado además en la forma que nos muestra Tarantino, nos parece de lo más jocoso. Pues en el mundo Tarantiniano la vida es una comedia, una comedia negra, por cierto, pero no es más que eso. Deja de ser una tragedia que nos lleva casi a un final escatológico. Temas como el maletín de Marcellus, o la conversión de Jules, y sus palabras finales, dan también otro toque al film. Un momento donde el espectador debe encajar las situaciones en una película de caracter distinto, por lo que obliga a replantearse lo que uno acaba de ver.

En fin. Pulp Fiction es brillante en todas sus líneas, tanto en guión como en dirección. Tiene una cantidad infinita de situaciones pop: la frase de Jules de Ezequiel 25:17, el maletín de Marcellus, los típico diálogos de Vinncent, el baile entre Travolta y Thurman, la historia del reloj de oro, y un larguísimo etc. Análisis del argumento se pueden hacer millares, y para que decir de las referencias tanto del cine como de la cultura pop que utiliza Tarantino para el film. Esta es una película IMPRESCINDIBLE para todo el mundo, no sólo para los que gustan del buen cine. Hay un antes y un después de Pulp Fiction. El que no la ve, no sabe nada de la vida.

Ficha Técnica
Dirección:Quentin Tarantino
Producción: Lawrence Bender
Guión: Quentin Tarantino, Roger Avery
País: EE.UU
Año: 1994
Reparto: John Travolta, Samuel L. Jackson, Uma Thurman, Bruce Willis, Harvey Keitel, Tim Roth, Ving Rhames, Amanda Plummer, Christopher Walken

viernes, 8 de mayo de 2009

Amator (Camera Buff - El Aficionado)


Que Kieslowski fue un genio del cine qué duda cabe. Sólo basta con observar "La Doble Vida de Verónica", la trilogía de los colores, y por sobre todo, la monumental obra de "El Decálogo" para darse cuenta que quien nos entrega esas obras es simplemente un maestro de la cinematografía. En esta oportunidad, no comentaré ninguna de los filmes antes mencionados, sino una obra anterior, una de las primeras ficciones del polaco, que muestra una emotividad abismante, y también denota un dejo de toque intimista. Lo que más definiría a "Amator" es su carácter tormentoso nostálgico, que nos acerca al dolor de acercarse a uno mismo, y los costos de esta experiencia osada. Contada de forma simple, y sin ese entramado complejo de texturas que nos expondrá en sus siguientes películas, "Amator" es directa y sin contemplaciones, va de forma seca a emocionar al espectador, utilizando medios desde lo cómico hasta lo trágico.

El filme trata sobre Filip Mosz, típico obrero de una industria en la Polonia de finales de la década de los 70's, que reside en un pueblo cercano a Cracovia. La historia comienza cuando Filip recibe la noticia de que tendrá un hijo con su mujer. Al nacer el niño, el protagonista compra una cámara (una super8) para poder grabar en todo momento su crecimiento. Al ser una de las pocas personas que posee uno de estos aparatos, la voz se corre por el pueblo, por lo que otra gente le pide que las filme. Luego, en la empresa donde trabaja, le piden que sea el camarógrafo oficial de los eventos ésta, con lo que cada vez más su afición a la cámara va creciendo, gastando cada vez más y más su tiempo. Comienza a grabar todo lo que pueda. En este período, lo que le interesa es plasmar fielmente la realidad, tomar copias visuales de lo que acontece en su exterior. Todo este ascenso en su "hobby" trae consigo un descenso a nivel de su vida personal. Su mujer tiene ataques de histeria pues está gran parte del día sola cuidando a su hijo, por lo que siente desamparo por parte de su marido. Filip, que al principio se ve como un hombre algo ingenuo tanto en su vida cotidiana como con respecto a la cámara, comienza a madurar en estos dos ámbitos, haciéndose más duro y ganando experiencia en el arte audiovisual. Es así, como llega a participar en un concurso de videoaficionados, en donde se destaca y los ojos de los expertos se posan sobre él. Así, la película va transcurriendo en esta historia de maduración y de experiencia vivida por el personaje, encrudeciéndose el relato junto con Filip, transformándose la afición a la cámara en una esfera que lo consume totalmente, viviendo sólo lo que puede observar a través de su lente, destruyendo gran parte de lo que no es captado por sus cuadros.

Si bien, como se puede observar, es una historia sencilla, sus niveles de profundidad son increíbles, y sus imágenes contienen una carga emotiva poética. Si bien muchos críticos han analizado esta película como una más dentro de las llamadas "cine dentro del cine", creo que este nivel es totalmente básico y sin ningún otro esfuerzo por comprender lo tormentoso de la cinta, y el pesimismo existencial que ésta conlleva (este estilo del "cine dentro del cine" siempre me ha parecido una forma bastante simplista de mirar los filmes, sólo baste ver las visiones reduccionistas y someras respecto a "8 1/2" de Fellini para darse cuenta la equivocación en el análisis). Esta es una obra que nos habla por sobre todo de las formas de vida individuales y de sus caminos disímiles con respecto a las expectativas sociales, de una manera pesimista y trágica. Nos habla del ser alienado y su imposibilidad de escapar de ese mundo que no le pertenece y que no quiere, pero que finalmente termina imponiéndose, la mayoría de las veces de forma violenta e indirecta. Filip comienza el filme como un sujeto inocente que su mayor aspiración en la vida era formar una familia, y es por eso que sus primeras incursiones en el lente es el de captar la realidad tal y como es. Pero ha medida que avanza su afición, también lo hace su madurez, y sus deseos propios. Es por eso que cuando su esposa le pide que deje la cámara, que deje esa afición, pues los está destruyendo, Filip responde que no puede dejarlo, pues "no sé qué es, pero es algo grande, y puede que sea mayor que la felicidad que da la paz y la tranquilidad del hogar". Así, incluso en su fase ingenua, el personaje intuye el hecho de que este "hobby" ya no es meramente eso, sino que es algo superior a todo lo vivido anteriormente. Y es que la cámara para Filip no es más que su propio proyecto de vida, ya que ha encontrado en la cámara su real fuente de dicha, su real forma de vivir, Es por eso que el protagonista ha medida que avanza la película se va fusionando con el acto de grabar, pues el acto de grabar no es otra cosa que su vida misma. Y esto está bellamente simbolizado en la escena final del film, con un Filip devastado por las pérdidas y las frutraciones vividas. El personaje está en su casa vacía, mirando a la "culpable" de su desgracia, cuando de pronto toma conciencia de algo. Él imprime las imágenes del mundo a través de sus ojos, pero, ¿cuándo se ha visto a sí mismo?. Filip toma la cámara y se graba a sí, mientras relata lo que aconteció al principio de la película, cuando iba a ser padre. Esta escena, que carga con sentimiento de derrota y de nostalgia, nos muestra que Filip y su cámara ya son lo mismo, con lo que da término al film. Con su autofilmación confirma su existencia en la cinta, quizá lo único verdadero en su vida. Es por eso que vemos al personaje crecer junto con su habilidad en la cámara, pues si bien capta las imágenes como son, luego se da cuenta que el lente no muestra la realidad, nunca la muestra, sino que la construye desde su propia perspectiva. De ser un simple obrero y seguir los requerimientos de un patrón ajeno a sí mismo, Filip logra dar con algo propiamente suyo, su propia visión de la vida. La cámara no es otra cosa que sus propios ojos, y más aún, su propio ser. Es por eso que sus pares se emocionan por lo que plasma en las pantallas, pues se ven así mismos, ven su misma realidad pero con otros ojos. Los realza y los ensalza. Devela, finalmente, sus existencias anónimas, pasando a ser parte de la memoria indeleble del mundo. Sin embargo todo esto, la película muestra un desolador final, en donde el anhelo de Filip se ve truncado por sus mismos lazos sociales. Los productores de sus cintas lo censuran, su propia familia lo boicotea. Finalmente, frenan su espíritu, lo quieren nuevamente ingenuo, hogareño, trabajador. Lo quieren sin voz, sin su esencia. Lo quieren sin su libertad, esa libertad dada a través de la "causa sui" nietzscheana. Así, Filip termina encerrado consigo mismo, su yo contra su súper8 , que también es su sí mismo, sin interacción con ese mundo que lo ha abandonado y no lo ha permitido expresarse. Finalmente, no lo dejó vivir.

Un excelente filme, tanto por su simplicidad audiovisual como por su complejo mensaje. La película viaja a través de su protagonista perdiendo el humor y la esperanza de un principio, y terminando con un frutrado Filip lleno de dudas y sumido en sí mismo. Las imágenes van perdiendo complejidad ha medida que avanza el film, denotando la desazón del personaje. Así mismo, la música se va haciendo cada vez más melancólica, al igual que el ritmo, que se va haciendo más pausado ha medida que transcurre la historia. Para quien se quiera emocionar con una tragedia contemporánea, a ver esta película de inmediato.


Ficha Técnica

País: Polonia
Año: 1979
Dirección y Guión: Krzysztof Kieslowski
Género: Comedia, Drama
Reparto: Jerzy Stuhr, Malgorzata Zabkowska, Ewa Pokas, Stefan Czyzewski

martes, 5 de mayo de 2009

Bom yeoreum gaeul gyeoul geurigo bom (Primavera, verano, otoño, invierno... y otra vez primavera)


Preciosa. Una poesía audiovisual desde el punto de vista de la fotografía, las secuencias, y la música. Kim Ki-duk, el surcoreano director y potente estandarte de la cinematografía asiática, nos presenta una película hermosa para observar y deleitarse. Dejando de lado la crudeza presentada antes con películas como "La isla" o "Bad Guy", "Primavera..." nos presenta un filme calmo, que toma las tradiciones orientales, por sobre todo el budismo zen. El argumento es bastante sencillo, y juega, tal como lo presume su nombre, con lo cíclico que tiene la vida, y el mundo humano mismo, simbolizado con las estaciones del año que se repiten una y otra vez sin cesar. Nuevamente, como ya es costumbre en Ki-duk, deja en claro la visión pesimista del ser humano, donde la única salida de ésta es una vida austera y asocial para derrotar los más oscuros pensamientos del hombre, propios de su naturaleza (casi como un escape del nivel cíclico de la rueda del samsara, pero ya a niveles terrenales y tiempo históricos definidos).

La historia, como bien decía, es bastante simple, aunque sus niveles simbólicos-filosóficos pueden ser algo más elevados, tomando en cuenta la poesía audiovisual que va transcurriendo en el film. La locación es en algún lugar oriental del mundo, donde la vegetación es el alma misma de la tierra. En aquel lugar, en medio de un lago gigantesco, vive un maestro budista con un niño, su discípulo. Aislados de la sociedad, su vida se basa en la espiritualidad, por lo que salen del lago solamente a buscar hierbas medicinales o a contemplar la vida silvestre (para esto tienen un bote que los transporta desde la casa a tierra firme). En aquella primavera, el niño va a tierra a buscar medicinas, pero mientras se encuentra en ello, se entretiene amarrándoles a unos animales (un pez, una rana y una serpiente) una piedra en sus cuerpos, con lo que disminuyen su movilidad. Sin que el niño sepa, es sorprendido por su maestro, por lo que cuando el primero vuelve a su casa en el lago, mientras se encuentra dormido, el maestro le amarra una piedra a la espalda, como señal de su crueldad con la naturaleza. Al despertar, el pequeño recrimina a su mentor por su acción, pero éste le dice que sólo desamarraará la piedra cuando el niño desamarre la de los tres animales a los que también ató si es que se encontraran vivos. Si es que se encuentra al menos uno sólo muerto, el maestro le advierte que "...cargarás por el resto de tu vida con esa piedra en tu corazón". El niño, al buscar los animales, sólo halla con vida a la rana, mientras que el pez y la serpiente se encuentran muertas. Ahí vemos al niño llorar con amargura por su propia capacidad de errar y traer consecuencias fatales en los otros. A decir verdad, el niño llora al darse cuenta que aquello es propio de su naturaleza, y tendrá que cargar con ello el resto de su existencia. Así comienza el film, en la primavera de este niño. La película se divide en 5 episodios, a saber: Primavera, Verano, Otoño, Invierno, y nuevamente Primavera. Cada espisodio no es temporalmente lineal, sino que da saltos futuros en el tiempo. Luego de esta primavera, por ejemplo, comienza el verano, pero con este niño ya adolescente y enfrentándose a su sexualidad frente a una chica que llega al santuario flotante para sanarse de una enfermedad que la aqueja. En el otoño vemos al díscipulo de 30 años volver donde su maestro (puesto que en su adolescencia escapa), para luego irse nuevamente ya no por voluntad propia, sino por un dictamen social. En el invierno vemos ya a este joven convertido en un hombre de alrededor de 45 años, volviendo nuevamente al santuario flotante, para con la nueva primavera, volver a estar como en un principio de la película, pero siendo el niño ya maestro y teniendo su propio discípulo. Toda esta historia, iniciada en la primavera infantil del protagonista, es una odisea que nos cuenta sobre el círculo de la vida, sobre la oscura naturaleza del hombre, sobre los deseos, los sentimientos, y la salvación de éste. Todo esto por medio del personaje principal y de quienes lo rodean, cumpliendo la película con un nivel trágico sobre la vida humana, pero esperanzador respecto a las capacidades del hombre por sobrellevar su trágico destino (simbolizado en las piedras de los animales al principio de la película). Al ver "Primavera...", uno le da sentido a las 4 verdades del Buda Gautama, pero de forma humana, vívida y terrenal, todo esto armonizado con los bellos parajes y el hermoso lago que sirve de telón de fondo en el film. Por tanto, si bien la trama es sencilla, el nivel de impacto emocional que producen las imágenes expuestas por Ki-duk es avasallador. Existe una fotografía altamente cuidada y perfeccionista teniendo como resultado que cada cuadro que presenta el film sea en sí mismo una obra de una belleza excesiva, revelando así la formación del director en las artes, que no es otra que la del arte pictórico. A su vez, la música que acompaña a las escenas es excelente, enalteciendo aún más las imágenes y las acciones de los personajes. En cuanto al ritmo, la película es bastante pausada. Pese a no contar con largos planos estáticos, las acciones que ocurren dentro de las escenas son mesuradas, dando mayor énfasis en la belleza de la historia junto con el nivel audiovisual casi perfecto de la narración. Por tanto, si bien para algún público pueda parecer algo lenta, desde mi perspectiva el mensaje de la película necesariamente debe ser presentada con esa pausa propia del mundo oriental budista, alejándose así claramente y de plano del mundo occidental hiper-estimulado.

Una de las mejores películas de Ki-duk sin duda. Termino diciendo lo de un principio: este film es homologable a la poesía en la literatura, esto es en esencia un cine lírico y de viaje emocional más que de impacto estimular.

Ficha Técnica

País: Corea del Sur
Año: 2003
Dirección y Guión: Kim Ki-duk
Música: Park Ji-woong
Fotografía:Baek Dong-hyeong
Reparto: Su Oh-yeong, Kim Young-min, Seo Jae-kyung, Kim Jong-ho, Ha Yeo-jin, Kim Ki-duk

domingo, 3 de mayo de 2009

Mean Streets


Tengo el agrado de comentar en esta oportunidad una película de uno de mis directores preferidos: el señor Martin Scorsese, que pese a que con el tiempo pareciera que se le ha ido gastando su genialidad, aún sigue entreteniéndonos con buenas historias y ese ritmo vertiginoso que le imprime a casi todas sus películas, marca registrada del ítalo-americano. Pues bien, hablando de ítalo-americanos, comentaré "Mean Streets", un film ambientado en Little Italy, un pequeño barrio de Nueva York, que se caracteriza por albergar a gran parte de esta comunidad (de hecho, es el barrio de Vito Corleone en el "El Padrino"), y también por residir a gran parte de la Cosa Nostra.

La historia gira alrededor de 4 personajes de este barrio: Charlie, Michael, Tony y el loco de Johnny Boy, siendo el primero de estos el eje del trama. Charlie, interpretado por un fantástico Harvey Keitel, es el sobrino de un importante jefe de la mafia que dirige los barrios de Little Italy, por lo que tiene dos cosas que a cualquier integrante de este submundo ya se quisiera: respeto y futuro ascendente. Sin embargo, su vida personal es un caos, donde impera un factor primordial: la culpa cristiana, que finalmente, debido a las malas calles en que se mueve, lo llevarán a un mal fin. Charlie es un fiel cristiano e intenta seguir los caminos que Dios abre. Por esto mismo, intenta ayudar a un joven desatado que está endeudado por miles de doláres con distintos mafiosos de estos barrios neoyorkinos: Johnny Boy, interpretado magistralmente por un muy joven Robert De Niro. Charlie intercede por Johnny y sus deudas, tanto con Tony, dueño del bar en donde se reúne gran parte de la "familia", y principalmente con Michael, un mafioso menor que quiere ganar respeto y ascender en la organización, por tanto, que un muchacho evada sus deudas con él no le hace ningún tipo de gracia, menos en el bajo mundo en donde se mueven. Es este argumento principal la excusa para presentar un despiadado relato que habla por sobre todo de la redención como filosofía autoimpuesta. Charlie sabe que las palabras son solamente eso, sonidos que se van luego de emitirlos, por lo que su forma de conseguir la redención y el perdón de sus pecados es a través de los actos. Y la cruz que ha escogido para cargar no es otra que Johnny Boy, un tipo totalmente loco y temerario sin ningún respeto por el otro como otro significativo. Es por eso que Charlie toma a Johnny e intenta salvarlo de su propia mente y de la muerte que le depara sin duda su conducta en el mndo de la mafia. Salvando a Johnny, Charlie salvará al mismo tiempo su alma. Además de Johnny, Charlie también carga con otra cruz: Teresa, la prima del primero. Teresa padece de epilepsia, por lo que debido a sus ataques es considerada una loca, pero esto no le importa al protagonista de esta historia, pues la ama, y con este amor, también espera ascender a un sitial privilegiado en el reino de Dios. Así, a través de su camino por la limpieza de su alma, Charlie se dirige inequívovamente a la destrucción de su cuerpo en manos ya no divinas, sino humanas. Su tío, Giovanni, capo de la mafia, le advierte que desvíe su camino tanto de Johnny y de Teresa, si lo que quiere es hacer carrera en la organización que el dirige. Pero Charlie a través de sus actos deja claro que lo que quiere realmente es la asunción de su alma hacia un cielo divino, no la asunción en una organización humana. Todo esto hace que las malas calles se vuelvan aún más peligrosas tanto para él como para las cruces con las que carga. Todo esto desemboca en un final que se condice con la vida en Little Italy, lugar donde Dios ni Cristo existen, pues los mataron hace bastante tiempo ya.

"Mean Streets" muestra ya la maestría con que nos iba a deleitar Scorsese en su posterior filmografía. Siendo una de sus primeras películas, aquí sienta los cimientos de lo que iba a ser su cine más potente, el cine de Taxi Driver, de Toro Salvaje y de Goodfellas, quizá las obras maestras de este director. Y por si fuera poco, aquí comienza su carrera de estrella Robert de Niro, un desconocido hasta ese momento, y que con Scorsese a partir de "Mean Streets" comenzarían una relación filmográfica que duraría por muchos años. El film cuenta con un ritmo narrativo increíblemente agitado, tal y como las malas calles que intenta plasmar. Este efecto de aceleración tiene un resultado genial, otorgándole a la película un verdadero sentido de la selva urbana a la que se quiere llegar. Desde el primer momento queda claro que veremos un film veloz y salvaje, cuando en las primeras escenas se nos presentan los 4 personajes que serán los protagonistas de la historia, dando a entender rápidamente sus personalidades características y sus formas de ser y proceder (aquí también nos podemos dar cuenta del poco presupuesto con el que contaba por esos días Scorsese, cuando vemos las los nombres de los protagonistas en pantalla de forma bastante primitiva y sin ningún efecto que cualquier niño hoy por hoy podría hacerlo en su PC). Además, podemos ver el uso que hace de la cámara Scorsese, quizá unos de los puntos más geniales de la obra. Mucho plano movimiento, travellings y cámara en mano, lo que siguen dando ese ritmo vertiginoso del que hablábamos anteriormente. Una escena destacada que demuestra esto es cuando Charlie está en el bar de Tony y se emborracha y baila, con un primer plano a la cara en contrapicado todo el momento que dura la escena hasta que cae por la ebriedad. Notable.

Sumado a todo lo que ya hemos dicho, el film presenta una banda sonora genial, con rock de los 60, 70, y también clásicos italianos, haciendo que la música ambiente la pantalla con las emociones y sobre todo las acciones de los personajes. Por último, las actuaciones son impecables, brillando con luces propias tanto Robert de Niro como Harvey Keitel. Una excelente película tanto a niveles narrativos como visuales.
Altamente recomendable.

Ficha Técnica

País: EEUU
Año: 1973
Dirección: Martin Scorsese
Guión: Martin Scorsese - Mardik Martin
Reparto: Robert De Niro, Harvey Keitel, David Proval, Amy Robinso
Género: Crimen, Drama