martes, 5 de mayo de 2009

Bom yeoreum gaeul gyeoul geurigo bom (Primavera, verano, otoño, invierno... y otra vez primavera)


Preciosa. Una poesía audiovisual desde el punto de vista de la fotografía, las secuencias, y la música. Kim Ki-duk, el surcoreano director y potente estandarte de la cinematografía asiática, nos presenta una película hermosa para observar y deleitarse. Dejando de lado la crudeza presentada antes con películas como "La isla" o "Bad Guy", "Primavera..." nos presenta un filme calmo, que toma las tradiciones orientales, por sobre todo el budismo zen. El argumento es bastante sencillo, y juega, tal como lo presume su nombre, con lo cíclico que tiene la vida, y el mundo humano mismo, simbolizado con las estaciones del año que se repiten una y otra vez sin cesar. Nuevamente, como ya es costumbre en Ki-duk, deja en claro la visión pesimista del ser humano, donde la única salida de ésta es una vida austera y asocial para derrotar los más oscuros pensamientos del hombre, propios de su naturaleza (casi como un escape del nivel cíclico de la rueda del samsara, pero ya a niveles terrenales y tiempo históricos definidos).

La historia, como bien decía, es bastante simple, aunque sus niveles simbólicos-filosóficos pueden ser algo más elevados, tomando en cuenta la poesía audiovisual que va transcurriendo en el film. La locación es en algún lugar oriental del mundo, donde la vegetación es el alma misma de la tierra. En aquel lugar, en medio de un lago gigantesco, vive un maestro budista con un niño, su discípulo. Aislados de la sociedad, su vida se basa en la espiritualidad, por lo que salen del lago solamente a buscar hierbas medicinales o a contemplar la vida silvestre (para esto tienen un bote que los transporta desde la casa a tierra firme). En aquella primavera, el niño va a tierra a buscar medicinas, pero mientras se encuentra en ello, se entretiene amarrándoles a unos animales (un pez, una rana y una serpiente) una piedra en sus cuerpos, con lo que disminuyen su movilidad. Sin que el niño sepa, es sorprendido por su maestro, por lo que cuando el primero vuelve a su casa en el lago, mientras se encuentra dormido, el maestro le amarra una piedra a la espalda, como señal de su crueldad con la naturaleza. Al despertar, el pequeño recrimina a su mentor por su acción, pero éste le dice que sólo desamarraará la piedra cuando el niño desamarre la de los tres animales a los que también ató si es que se encontraran vivos. Si es que se encuentra al menos uno sólo muerto, el maestro le advierte que "...cargarás por el resto de tu vida con esa piedra en tu corazón". El niño, al buscar los animales, sólo halla con vida a la rana, mientras que el pez y la serpiente se encuentran muertas. Ahí vemos al niño llorar con amargura por su propia capacidad de errar y traer consecuencias fatales en los otros. A decir verdad, el niño llora al darse cuenta que aquello es propio de su naturaleza, y tendrá que cargar con ello el resto de su existencia. Así comienza el film, en la primavera de este niño. La película se divide en 5 episodios, a saber: Primavera, Verano, Otoño, Invierno, y nuevamente Primavera. Cada espisodio no es temporalmente lineal, sino que da saltos futuros en el tiempo. Luego de esta primavera, por ejemplo, comienza el verano, pero con este niño ya adolescente y enfrentándose a su sexualidad frente a una chica que llega al santuario flotante para sanarse de una enfermedad que la aqueja. En el otoño vemos al díscipulo de 30 años volver donde su maestro (puesto que en su adolescencia escapa), para luego irse nuevamente ya no por voluntad propia, sino por un dictamen social. En el invierno vemos ya a este joven convertido en un hombre de alrededor de 45 años, volviendo nuevamente al santuario flotante, para con la nueva primavera, volver a estar como en un principio de la película, pero siendo el niño ya maestro y teniendo su propio discípulo. Toda esta historia, iniciada en la primavera infantil del protagonista, es una odisea que nos cuenta sobre el círculo de la vida, sobre la oscura naturaleza del hombre, sobre los deseos, los sentimientos, y la salvación de éste. Todo esto por medio del personaje principal y de quienes lo rodean, cumpliendo la película con un nivel trágico sobre la vida humana, pero esperanzador respecto a las capacidades del hombre por sobrellevar su trágico destino (simbolizado en las piedras de los animales al principio de la película). Al ver "Primavera...", uno le da sentido a las 4 verdades del Buda Gautama, pero de forma humana, vívida y terrenal, todo esto armonizado con los bellos parajes y el hermoso lago que sirve de telón de fondo en el film. Por tanto, si bien la trama es sencilla, el nivel de impacto emocional que producen las imágenes expuestas por Ki-duk es avasallador. Existe una fotografía altamente cuidada y perfeccionista teniendo como resultado que cada cuadro que presenta el film sea en sí mismo una obra de una belleza excesiva, revelando así la formación del director en las artes, que no es otra que la del arte pictórico. A su vez, la música que acompaña a las escenas es excelente, enalteciendo aún más las imágenes y las acciones de los personajes. En cuanto al ritmo, la película es bastante pausada. Pese a no contar con largos planos estáticos, las acciones que ocurren dentro de las escenas son mesuradas, dando mayor énfasis en la belleza de la historia junto con el nivel audiovisual casi perfecto de la narración. Por tanto, si bien para algún público pueda parecer algo lenta, desde mi perspectiva el mensaje de la película necesariamente debe ser presentada con esa pausa propia del mundo oriental budista, alejándose así claramente y de plano del mundo occidental hiper-estimulado.

Una de las mejores películas de Ki-duk sin duda. Termino diciendo lo de un principio: este film es homologable a la poesía en la literatura, esto es en esencia un cine lírico y de viaje emocional más que de impacto estimular.

Ficha Técnica

País: Corea del Sur
Año: 2003
Dirección y Guión: Kim Ki-duk
Música: Park Ji-woong
Fotografía:Baek Dong-hyeong
Reparto: Su Oh-yeong, Kim Young-min, Seo Jae-kyung, Kim Jong-ho, Ha Yeo-jin, Kim Ki-duk

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